Brillante!! Cada niño, joven y adultos, nosotros mismos, hemos ido… en ese «entre» construyendo marcas propias, singulares… es en esa mirada del otro que esa marca nos habilita, obstaculiza, posibilita, sostiene, oprime, y tantas otros sentidos posibles… aquí, acompañar, andamiar, construir con el otro… hacer de su marca, su huella, caminos que nos y le posibiliten descubrirse en su potencial…gracias por habilitarnos a pensar y pensarnos en nuestra práctica.
Gustavo
12 julio 2012 en 21:03
Excelente cada niño deja su marca, su huella solo hay que mostrarles como es la misma, esa es nuestra funcion, nuestro trabajo. Que misiòn que tenemos como psp mostrar los puntos de cada uno de nuestros pacientes.
Karina
10 julio 2012 en 13:41
«¡Ah!…un oso polar bajo una tormenta de nieve»…me hizo recordar el dibujo de la serpiente que se comió un elefante en «El principito». Todos los adultos veían un sombrero.
Nadia Ramseyer
20 abril 2012 en 9:16
Me gusta pensar, que a veces somos nosotras las que nos sentimos impotentes (frente a un paciente, un padre, una maestra, una escuela…) Impotentes, incapaces, frustradas…Ahí, entonces, recordaré, «haz una marca y mira a dónde te lleva…»
Besos a todos!
Nadia
María Emilia Chuit
18 abril 2012 en 22:08
Gracias Sandra, Mercedes y Silvina por los comentarios!!! Que nunca perdamos la posibilidad de ver a dónde nos lleva la mirada, la escucha, los pensamientos…
Silvina Cordero
16 abril 2012 en 2:13
Qué importante saber «mirar» las marcas que se animan a hacer los alumnos… y valorarlas. Y qué importante es que desde la clínica, podamos tener esa mirada con todos las marcas o «puntos»; los maestros también hacen sus marcas, las escuelas también! Y nosotras como psicopedagogas no quedamos afuera. Este cuento es alentador… hasta para nosotros como profesionales, para que nos animemos a construir esta posición clínica y ver hasta dónde nos lleva (con la responsabilidad y los conocimientos que nuestra tarea merece!).
Mercedes Nieto
13 abril 2012 en 22:41
Es elocuente como nos muestra lo que no podemos ver siempre en nuestra tarea cotidiana…Gracias por darnos esta oportunidad de volver a pensar ….
Mercedes
Brillante!! Cada niño, joven y adultos, nosotros mismos, hemos ido… en ese «entre» construyendo marcas propias, singulares… es en esa mirada del otro que esa marca nos habilita, obstaculiza, posibilita, sostiene, oprime, y tantas otros sentidos posibles… aquí, acompañar, andamiar, construir con el otro… hacer de su marca, su huella, caminos que nos y le posibiliten descubrirse en su potencial…gracias por habilitarnos a pensar y pensarnos en nuestra práctica.
Excelente cada niño deja su marca, su huella solo hay que mostrarles como es la misma, esa es nuestra funcion, nuestro trabajo. Que misiòn que tenemos como psp mostrar los puntos de cada uno de nuestros pacientes.
«¡Ah!…un oso polar bajo una tormenta de nieve»…me hizo recordar el dibujo de la serpiente que se comió un elefante en «El principito». Todos los adultos veían un sombrero.
Me gusta pensar, que a veces somos nosotras las que nos sentimos impotentes (frente a un paciente, un padre, una maestra, una escuela…) Impotentes, incapaces, frustradas…Ahí, entonces, recordaré, «haz una marca y mira a dónde te lleva…»
Besos a todos!
Nadia
Gracias Sandra, Mercedes y Silvina por los comentarios!!! Que nunca perdamos la posibilidad de ver a dónde nos lleva la mirada, la escucha, los pensamientos…
Qué importante saber «mirar» las marcas que se animan a hacer los alumnos… y valorarlas. Y qué importante es que desde la clínica, podamos tener esa mirada con todos las marcas o «puntos»; los maestros también hacen sus marcas, las escuelas también! Y nosotras como psicopedagogas no quedamos afuera. Este cuento es alentador… hasta para nosotros como profesionales, para que nos animemos a construir esta posición clínica y ver hasta dónde nos lleva (con la responsabilidad y los conocimientos que nuestra tarea merece!).
Es elocuente como nos muestra lo que no podemos ver siempre en nuestra tarea cotidiana…Gracias por darnos esta oportunidad de volver a pensar ….
Mercedes
muy bueno!!
Sandra