Néstor Abramovich y Gabriela Farrán –
Clarín – Viernes 11 de Mayo de 2007
Néstor Abramovich y Gabriela Farrán Especialistas en educación, directores del colegio de la ciudad
El 5 de mayo, la tapa de Clarín hacía referencia a la intervención policial en las peleas entre alumnos de dos colegios de Caballito.
No cuestionamos el accionar policial que —en este caso— además de necesario fue prudente. Pero hay una pregunta: ¿quiénes son los agentes del Estado educador?
Queremos proponer pistas para la acción pedagógica. Se trata de oponer sentidos a todo posible sinsentido de la experiencia escolar en la adolescencia. La ausencia de sentidos en la escolaridad puede devenir en violencias. No intentamos justificarlas sino pensarlas, porque algunas de sus motivaciones nos implican.
Es cierto que los jóvenes protagonizan violencias dentro y fuera de las escuelas. Pero no podemos homologar adolescencia y violencia.
Estar escolarizado no parece condición suficiente para ser estudiante. Ir a un cierto colegio no se traduce, necesariamente, en sentirse integrado a un proyecto que moldee identidad.
Puede que las escuelas sean edificios en los que los chicos depositan sus cuerpos pero no sus deseos, entusiasmos y energías. Casi como un encierro que —como tal— nada promete sino un cuidado vigilante. Además, ofrecer un título de salida para acceder —según el lado que le tocó a cada quien— a un lugar de distinción profesional/empresarial o a la foto de empleado del mes, no alcanza: deja fuera de foco la vida cotidiana de los jóvenes y el mundo en el que viven.
La ausencia de propuestas en las que vibren su pensamiento y su creatividad puede inducir a los chicos a poner en acto, caóticamente, la necesidad de decir aquí estamos, esto podemos. La falta de un nosotros constituido en torno de un quehacer colectivo y cooperativo puede estar seguido de acciones que los identifiquen por etiquetamiento y confrontación con los otros.
Quizá parezca que sólo se están peleando cuando es posible que se estén buscando en una demanda común para la que no encuentran palabras. Es probable que nos estén mandando a hacer los deberes.
¿Cuáles? Que el Estado sea garante del derecho a la educación; que las escuelas brinden herramientas para comprender la realidad y sean ámbitos de participación ciudadana hoy; que los docentes desafíen a sus estudiantes a saber para pensar, para crear, para actuar en situación.